Su estatura pudo haber significado para muchos un argumento para dedicarse a cualquier cosa, menos al beisbol, sin embargo la persevecerancia y convicción de Esteban Quiroz, callarían muchas bocas.
Convertido en uno de los bateadores mexicanos más importantes, incluso con su 1.68 metros de estatura, uno de los de mayor poder, recuerda en exclusiva para El Jonronero su infancia e inicio en el mundo del beisbol donde comenzó a jugar en su natal Ciudad Obregón en la Liga Obregón Municipal y además de quienes no le veían futuro en la pelota.
“En el tiempo que iba empezando a querer andar en pruebas para ver si un equipo me quería, siempre hubo el obstáculo de la estatura. Desde que empezó a jugar José Altuve en Grandes Ligas, creo que ha abierto las puertas para los que tenemos la estatura baja”, recordó.
“Yo sabía que tenía que seguir adelante, sabía que tenía las cualidades para jugar, fue una gran parte dentro de mi carrera que fue muy dura y muy lenta. Gracias a mantenerme firme mentalmente ahora estoy a un paso de lograr lo que todo mundo anhela en el beisbol, jugar Grandes Ligas”, relató vía enlace por Facebook Live a través de El Jonronero.
EL ‘CAPRICHO DE PAPÁ’
Quiroz Ortiz hizo examen para ingresar a la Universidad del ITSON en Ciudad Obregón, sin embargo él tenía claro que sería beisbolista profesional y confesó que no estudió para la prueba y solo acudió para cumplir el ‘capicho’ a su padre.
“Desde que empecé a jugar ya a los 15 años, sabía que quería jugar beisbol, recuerdo que mi papá me dijo que fuera a hacer el examen en el ITSON, a la univerisdad, solo fui y no sabía lo que vendría en el examen, nomás fui para cumplirle el capricho, pero sabía que yéndome para allá (en el beisbol) iba a buscar la manera de ir para arriba”, recordó el segunda base de los Rays de Tampa.
SU PRIMER APODO
El popular apodo ‘Poni’, un animal pequeño, pero fuerte y noble, es uno de los más conocidos en el beisbol nacional. Niños y aficionados rápidamente asociaron la palabra con este gran pelotero. A pesar de eso, confiesa que en un principio no le gustaba y que de niño en ligas infantiles era conocido de otra forma.
“El apodo del ‘Poni’ fue cuando iba empezando a jugar en Tigres, el cronista me empezó a decir así, al principio no me gustaba pero me empezaron a seguir diciendo. Hace como unos 15 años, antes de empezar a jugar, tenía como 7 u 8 años, mi primer apodo en el beisbol de ligas pequeñas fue el ‘Chipi’, el chipilón”.
En estados como Sonora y Sinaloa se le conoce como ‘chipilón’ a los niños mimados o cariñosos.
Esteban Quiroz debutó como profesional a los 19 años con los Tigres de Quintana Roo en 2011, para el 2016 se convertiría en el novato del año de la Liga Mexicana del Pacífico con Venados de Mazatlán, para a partir de ahí darle pie a una exitosa carrera en México y ahora en Estados Unidos buscando llegar a la MLB. Medias Rojas de Boston le firmaron en 2018, después pasó a Padres de San Diego y ahora está con Rays.
El prospecto mexicano Alex Osuna de los Ranger de Texas, confirmó su etiqueta como uno de los mejores talentos al brillar en la edición reciente de la Liga Otoñal de Arzona, donde se concentran las mejores joyas de los equipos en Grandes Ligas.
De 22 años, el nativo de Los Mochis, jugó con Saguaros Surprise ,donde en 25 juegos bateó .306, pegó 30 imparables, ocho dobletes, dos jonrones y produjo 16 carreras, además se robó dos bases.
Además, el patrullero fue nombrado con el Premio al Espíritu Deportivo Dernell Stenson de la Liga de Otoño de Arizona. Este se otorga al jugador de la AFL que mejor ejemplifica el altruismo, el trabajo duro y el liderazgo.
Osuna Quintero es considerado el prospecto 16 en la organización de Rangers, donde en la reciente temporada entre Clase A avanzada con Hickory Craudads y en Doble A con Frisco RoughRiders, bateó .292 con 18 cuadrangulares ,61 carreras producidas y 17 robos de base.
Solo un jugador de cada liga puede llevarse el premio Jackie Robinson al Novato del Año. Los ganadores de este año fueron anunciados la noche del lunes en MLB Network, con Paul Skenes de los Piratas y el dominicano Luis Gil de los Yankees llevándose los honores.
Es la primera vez desde 1981 que ambos ganadores del premio al Novato del Año son lanzadores abridores, cuando el mexicano Fernando Valenzuela y Dave Righetti lograron la hazaña. Las únicas otras ocasiones fueron en 1976 (Mark Fidrych en la Liga Americana y Pat Zachry junto a Butch Metzger en la Liga Nacional) y en 1952 (Harry Byrd en la L.A. y Joe Black en la L.N.).
En la Liga Nacional, la histórica temporada de Skenes superó el rendimiento clave de Jackson Merrill de los Padres y la destacada campaña del jardinero venezolano de los Cerveceros, Jackson Chourio. En la Liga Americana, Gil venció a su compañero de batería, Austin Wells, y a un rival del Este de la L.A., el jardinero de los Orioles Colton Cowser.
Parte de la emoción del momento de abrir un paquete de postalitas de béisbol es que nunca sabes lo que te encontrarás. Podría ser tu jugador favorito, una tarjeta de novato o, si tienes suerte, boletos de temporada válidos para más de una década.
Topps inauguró la Serie Chrome Update del 2024 el miércoles, que incluye una postalita autografiada de Paul Skenes con el parche del debut en Grandes Ligas del monticular. Los Piratas quienes tener esa tarjeta e hicieron una oferta impresionante para el afortunado que se la encuentre.
A cambio de la tarjeta, los Piratas le están ofreciendo a quien la consiga:
Dos boletos de temporada detrás del plato para los próximos 30 años.
Un encuentro personal con Skenes.
Dos camisetas autografiadas por Skenes.
Un juego de sóftbol en el PNC Park con asesoramiento de exjugadores de los Piratas.
Un recorrido privado por las instalaciones de entrenamiento primaveral de los Piratas, incluyendo Pirates City y el LECOM Park, además de otras experiencias únicas en sus instalaciones en Florida.
Tomar prácticas de bateo y calentar con el equipo.
La novia de Skenes, la influencer y gimnasta universitaria Livvy Dunne, también subió la oferta al decir que la persona que encuentre la tarjeta podrá sentarse con ella en su suite durante un juego de los Piratas.
Se espera que la tarjeta tenga un valor de seis cifras, así que habrá que ver si la oferta de los Piratas es demasiado buena para dejarla pasar.