Escribo esta columna como un sencillo y humilde reconocimiento hacia uno de los mejores batboy de la LMP, con quién me tocó trabajar sin restar méritos a las otras mascotas y batboys, al inolvidable e inigualable Tomás “Tommy” Espinoza, quien fuera bujía muy importante con el equipo Ostioneros de Guaymas durante 9 años desde 1981, compañero y amigo de aquel otrora y famoso batboy “Negrete”. Supuestamente era el batboy cuyas funciones eran: cátcher de práctica, tener el clubhouse en magníficas condiciones, lavar todos los uniformes tanto en casa como en gira, subir y bajar los artículos deportivos al autobús y resguardarlos debidamente y otros tipos de menesteres atribuibles a un batboy, sino que además fue una ingeniosa mascota cuya creatividad lo llevaba a diseñar los propios atuendos según la rutina que había preparado para el juego para algarabía de los aficionados que mucho lo aclamaban.
Dejó huella en la Mex-Pac, pocos como él, carismático, polifacético, hacía que los aficionados de casa y de las diferentes plazas pasarán momentos divertidos en extremo, muchacho sano, humor blanco, siempre dispuesto, muy trabajador.
Llegaba muy temprano a la oficina del club, tocaba la puerta y preguntaba: ¿Qué rutina quiere que haga el día de hoy?, desde ese momento empezaba a endulzar el día, esa era una de las formas de indicar que ya había llegado.
Tenía mucha facilidad para interpretar y bailar todo tipo de ritmos…improvisaba muy fácil, espontáneo, “naturalito” como él decía, captaba muy fácil la atención de todos los aficionados.
Estas son algunas de las rutinas que el “Tommy” aplicaba:
Las clásicas eran:
—- Cuando iba a recoger el bat del bateador en turno, salía corriendo del dougout y llegaba barrido al home plate la gente le aplaudía.
—- Igual cuando llevaba la pelota al umpire de home, llegaba barrido y se ponía la pelota en su boca para entregársela y había ocasiones que llegaba barrido y pasaba entre las piernas del bateador en turno para darle la pelota al umpire, el aficionado feliz viendo las genialidades del buen “Tommy”.
—-Se bañaba con tierra, llenaba un balde de la misma, se quitaba la casaca y a bañarse, la locura en el estadio, la gente entregado con él…Un auténtico ídolo.
—- En pleno invierno se ponía sobre su espalda una media barra de hielo y salía como si nada, pareciera como se estuviera en verano.
—- Imitaba a cada personaje de las telenovelas que estaban de moda (Catalina Creel). Debe usted de saber que en las inauguraciones era el personaje central, el mero “show” de ese juego tan tradicional en el Puerto como en otras plazas.
En una de las muchas inauguraciones mandamos hacer una gigantesca concha de ostión cerrada y al momento de su presentación todo esto sobre la loma de pitcheo se procedió abrirla, fue cuando apareció dando un gran salto fuera de la misma era el “Tommy”, que clase de ovación recibió por parte de los aficionados que esa noche abarrotaron el Abelardo L. Rodriguez.
Muchas de sus actuaciones las improvisaba el mismo, un día me dijo: “ quiero cantar el domingo en el último de la serie para que me promocione de una vez, contráteme un mariachi lo cual lo hicimos, ok te vamos a regalar un traje para que lo estrenes y luzcas bien en tu presentación”, llegó el domingo, todo listo, mariachi etc. por cierto un aficionado le regalo el sombrero de charro, no se la acababa, feliz de la vida. El juego iniciaría a partir de las 5 de la tarde y el show del “Tommy” dio principio a las 3 de la tarde, el parque lleno, nadie quería perderse el espectáculo, un éxito, pero el juego dio inicio y el Tommy feliz seguía cantando en las gradas con los aficionados, pero se necesitaba de su trabajo de batboy por lo cual mandamos a un empleado del club para que le dijera que ya estaba bueno y que se bajara al terreno de juego, fue cuando nos mandó decir que ese día no iba a trabajar ya que los aficionados lo aclamaban para que siguiera cantando…..muy solicitado, ese juego no lo trabajó, obviamente nos hicimos los desentendidos y era verdad que la gente no quería que se fuera, él estaba feliz en las gradas cantándole a los aficionados a toda voz…. Un tipazo..¡¡¡Que clase de carisma!!!
En una ocasión y a petición de él, le conseguimos un burro para que entrara al parque vestido de charro pero como los jugadores lo seguían en todas sus rutinas se pusieron de acuerdo y en un saco de ixtle le echaron como 6 gatos y sucedió que al pasar montado en el burro frente al dougout de los Ostioneros le lanzaron el saco con los gatos adentro y eso dio pie que el burro se desbocara y el cual lo derribó, así que ni el burro, ni los gatos, ni el Tommy sabían que hacer y los aficionados no se la acababan.
Durante las giras en el camión era el alma del grupo, todos los peloteros lo querían empezando con el “Walo” Rivera, Eleno Cuen, “Tiburón” Rodríguez y un largo etc. además recitaba durante el viaje, hablaba inglés? a su manera para dirigirse a los norteamericanos lo cual les agradaba mucho y les parecía simpático. Durante el viaje los mismos peloteros le decían desde la parte de atrás del camión que se aventara un “speech” para el Gerente, muy seguido los acompañábamos a las giras en el camión y que además era parte de nuestro trabajo, se dirigía a la parte de atrás del camión y empezaba hablar…..”Amigos en este camión viene el mejor gerente de la liga….si señor….y para mí Tomás Espinoza es un honor trabajar para él” inmediatamente le caían encima los jugadores y le decían en son de broma..”lambizcón algo quieres, andas buscando aumento de sueldo” y otras cosas que el mismo festejaba y alentaba con muecas jocosas, para que finalmente caminara hacia el frente del camión, contoneándose, vacilando con los muchachos para terminar dándome un abrazo que era festejado ruidosamente por todo el equipo.
Yo veía eso como una terapia de grupo para bajar las tensiones después de una derrota o para celebrar una victoria, por supuesto que todo era espontáneo, siempre creaba un ambiente del que todos disfrutábamos. Como no decir que éramos una familia con esa hermandad que reinaba de juego en juego, de ciudad en ciudad….lo extrañaremos siempre. Descanse en paz y un gran aplauso de pié como despedida de toda la afición portense, mi estimado amigo: TOMAS “TOMMY” ESPINOZA