Cuando el calendario indicó el 26 de abril, fue una fecha importante y esperada por varios en la organización escarlata, aunque cada quien por distintos motivos.
Para algunos marcaba el ansiado debut de los Diablos Rojos en su casa, que es probablemente el mejor estadio de América Latina en béisbol, a la cual cierto sector de los aficionados tuvo miedo de asistir el año pasado por la pandemia y fue el reencuentro desde que fueran eliminados en 2019 por Yucatán en playoffs.
En el seno escarlata era una fecha soñada, al poder cumplir con una inauguración de un espacio que solamente tiene comparativa con el Recinto de los Inmortales en Monterrey, y del Salón de la Fama de los Yaquis de Obregón.
Sin embargo, a diferencia de estos dos, no solamente se honra a las leyendas de la pelota, sino que también se tiene un espacio cultural con exposiciones de diversa índole, así como la historia de los recintos y diversos elementos que hacen de este un espacio único, en donde tanto los amantes de la pelota, como aquellos que no tengan tanta relación con el entorno puedan disfrutar de un momento agradable y de unas instalaciones magníficas.
Por otro lado, para Jorge Cantú fue la última vez que estuvo en un duelo inaugural como local ya que al finalizar la campaña colgará los spikes, aunque uno de sus grandes amigos y que ha tenido una gran identificación de la franquicia pisó por última vez el diamante como jugador.
Iván Terrazas, el pelotero oriundo de la capital del país dijo adiós con el equipo del cual tuvo la oportunidad de ser apenas el segundo capitán en la historia de la organización.
Muchos hablarán de sus estadísticas, sus 1351 hits, 269 dobletes, 115 palos de vuelta entera y cómo es uno de los elementos con mejores números para la pandilla escarlata, al margen de eso, es de destacar la forma en la cual se manejaba dentro del equipo.
No solamente fue un jugador que estaba puesto y dispuesto para lo que el equipo lo necesitara al dar la cara tanto en eventos de beneficencia, ante medios o con ligas pequeñas, sino también fue uno de los que estaba ahí para dar el ejemplo e instruir a los peloteros jóvenes que venían con él.
Tuve la oportunidad de ver cómo durante una serie de Liga Instruccional era el que entrenaba como si fuera uno de los novatos que tenía que ganarse un lugar en el roster, pero también la forma en la que en cada oportunidad si había algo en que pudiera ayudar a corregir a los peloteros jóvenes al correr las bases, en el bateo o al fildear, era el primero que lo hacía sin esperar a que nadie lo buscara, mostrando ese juego alegre, agresivo y con fundamentos que es el sello de la organización.
Por cierto, algo que también se me queda grabado y que muestra por qué elementos como él, Francisco Campos y otros, al decir que ellos no pueden negarse ni a una foto, ni a cuando les solicitan un autógrafo. Hay pequeños grandes detalles que influyen en que un pelotero sea querido y extrañado, los números siempre serán importantes, pero la forma en la cual se comportan es la que hace que sean entrañables.
Adiós a Iván “El Terrible”, Iván el Terrazas, quien como jugador tuvo grandes actuaciones y de quien estoy seguro que tendrá una gran trascendencia fuera del diamante, pero ligado a la pelota.
Esperamos sus comentarios, en el twitter@JKrlos_Torres gracias por el tiempo dedicado para leernos, aunque sea… De pisa y corre.