Michael Jordan fue alguien que marcó época en el baloncesto y que debuto al mundo en el momento que decidió jugar beisbol profesional para 1994, después de haberlo logrado todo con los Bulls de Chicago, su majestad se decidía a cumplir una promesa a su padre de llegar a las Grandes Ligas, su primera pasión.

En esa aventura un mexicano vivió parte del día a día de Jordan en esa aventura, se trata del sonorense Mario Valdez, quien en aquel entonces era prospecto de Medias Blancas de Chicago y le tocó jugar con él en la Arizona Fall League.

“Era mi ídolo del basquetbol, yo era realmente fanático de los Bulls, el haber podido estar con él, conviviendo con él, pues fue algo muy emocionante y siempre lo voy a tener en mi memoria”, recuerda para EL JONRONERO el hoy exitoso Gerente Deportivo de Tomateros de Culiacán.

“Lo recuerdo a él como una persona agradable y muy amistosa, igual con la gente cuando él salía del estadio se paraba y firmaba autógrafo”

El nativo de Ciudad Obregón fue firmado procedente de la Miami Senior High School, fue elegido en la ronda 48 del draft 1993 por los patipálidos.

LOS AUTÓGRAFOS DE JORDAN

“La verdad se portó muy bien con cada uno de nosotros, eso sí, tú llegabas a pedirle un autógrafo o algo, él con gusto te lo daba pero no te firmaba más de un solo artículo, llegabas con dos pelotas y no, solo te firmaba una, o un guante, lo que sea, uno nomás tenía que ser. Él era muy accesible, se tomaba fotos y todo, pero en cuestión de firmar él solo uno, a lo mejor pensaba que el otro era para hacer negocio. Era lo que él decía”, comentó Valdez.

Jordan jugó en la temporada regular de 1994 con los Knighs de Charlotte, donde cada juego era un lleno, imponiendo récords de asistencia en la historia de las Ligas Menores, el público abarrotaba los parques y hacía lo posible por obtener un recuerdo del ícono de Carolina del Norte.

“Todos los días era un dispositivo de seguridad muy fuerte, salíamos a entrenar y había un grupo muy grande por delante de nosotros y otro grupo atrás, en las gradas y entradas del estadio”, recordó Mario.

Valdez comentó que conserva con mucho cariño un bate firmado por su gran ídolo, con quien relató tuvo la dicha de compartir terreno de juego, cuando este perseguía su sueño.

Fue hasta 1997 cuando Mario Valdez debutó en las Grandes Ligas con Medias Blancas, participando en 54 encuentros.