PRENSA ALGODONEROS (Nota: Rubén Benítez. Foto: Cortesía)
GUASAVE.- A la Liga Mexicana del Pacífico no solo han venido jugadores que tras su paso por ella después figuraron en el beisbol de las Grandes Ligas, ya que también han habido elementos que incursionaron con éxito en el papel de mánager.
En esta ocasión hablaremos del cubano Tony Oliva, quien no solo tuvo una carrera de 16 años en Grandes Ligas, sino que también fue un elemento destacado en la LMP. Primero como jugador con Cañeros de Los Mochis, y luego como mánager con Algodoneros de Guasave, al que llevó al liderato general en la temporada 1980-81.
SU LLEGADA A ALGODONEROS
En la temporada 1980-81 volvió la LMP, pero ahora como mánager de Algodoneros de Guasave, equipo al que metió a las semifinales, y lo hizo quedar en el tercer lugar general de aquella campaña.
En la primera vuelta, Oliva hizo quedar a Algodoneros como líder absoluto con marca de 28-16 en 44 juegos disputados, cosechando ocho puntos.
La segunda mitad fue dura, pero alcanzó a quedar en cuarto lugar (21-21 en 42 juegos), para lograr cinco puntos, que, sumados a los ocho de la parte inicial, llegó a 13, con los que fue líder general del torneo.
Ese año calificaron Algodoneros (13 pts), Yaquis de Ciudad Obregón (12), Naranjeros de Hermosillo (10) y Marineros de Guaymas (10).
Los que se quedaron en el camino fueron Mayos de Navojoa (9), Venados de Mazatlán (8), Águilas de Mexicali (7) y Tomateros de Culiacán (3).
Fueron ocho los equipos participantes, dando una puntuación por vuelta del ocho al uno, de arriba hacia abajo.
Calificaron a semifinal directa los cuatro primeros, pero curiosamente, se enfrentaban el uno contra el tres y el dos contra el cuatro.
De esa manera, Algodoneros enfrentó a Naranjeros, y perdió cuatro juegos a tres, mientras que Obregón despachó a Guaymas cuatro juegos a dos.
En la final, Obregón fue el campeón al superar a Naranjeros cuatro triunfos por tres.
Como dato adicional, ese año, el líder de dobletes de la LMP se lo llevó un jugador de Algodoneros, ya que Mark Funderburk, con 18, se llevó el gallardete.
SU PASO POR LA LMP
Con los verdes tuvo participación, ya que fue jugador y mánager de Cañeros, para luego regresar a manejar a Algodoneros de Guasave.
Oliva llegó primero como jugador de Cañeros en la temporada 1969-70, en la que todavía era llamada Liga Invernal Sonora-Sinaloa. En 25 juegos disputados, el cubano, que estaba cerca de llegar a Grandes Ligas (llegó en 1961), bateó para .385 con 12 jonrones y 29 carreras producidas.
Ese año del 69, se convirtió en el segundo jugador bateador en la historia en pegar tres jonrones en un juego. Lo hizo el 26 de noviembre contra Venados de Mazatlán.
El primero en inaugurar ese rubro, fue Carlos “Bobby” Treviño, quien lo había hecho el 31 de diciembre de 1968.
Su talento lo hizo regresar a la pelota invernal azteca, ya convertida en Liga Mexicana del Pacífico, puesto que ya se había agregado a la Confederación del Caribe, con el mismo Cañeros de Los Mochis.
En la campaña 70-71, participó en 29 duelos, en los que bateo para .404 con tres obuses y 18 carreras remolcadas.
Posteriormente, volvió a Cañeros como mánager en la temporada 1977-78.
LAS GRANDES LIGAS
Su debut en Grandes Ligas llegó el 9 de septiembre de 1962 con su equipo Mellizos de Minnesota, en contra de Tigres de Detroit. Se fue de 1-0. Solo jugó en nueve duelos. En el 63 participó en siete encuentros.
Fue en 1964 cuando irrumpió de manera formal en Grandes Ligas. Vio acción en 161 duelos, en los que pegó 32 jonrones con 94 carreras remolcadas, pero fue campeón de bateo con promedio de .323, lo que le valió ser nombrado el Novato del Año de la Liga Americana.
Dicen que el segundo año es el más difícil para un jugador debutante, sin embargo, en 1965, Oliva bateó para .321, para llevarse de nuevo el cetro de bateo, el cual adornó con 16 obuses y 98 remolcadas.
En 1971 volvió a ganar el título de bateo con promedio de .337, más 22 tablazos de vuelta entera y 81 remolcadas. En total, ganó tres cetros de bateo.
En total, fueron 15 temporadas las que jugó con Mellizos de Minnesota. Su último juego fue el 29 de septiembre de 1976, al irse de 1-0 en contra de Rangers de Texas.
En sus 15 temporadas con Mellizos, jugó en mil 676 duelos, en los que pegó 220 jonrones, con 947 carreras remolcadas, más un robusto promedio de .304.
Hoy en día es menor de los jóvenes jugadores de Mellizos a quienes aconseja en los campos de entrenamiento en el Spring Training.
También los visita para hablar con ellos durante la temporada, tanto en Grandes Ligas, como en las Menores.