Manny Bañuelos ha tenido todo tipo de dificultades en su carrera como lanzador. Después de que en 2012 la Major League Baseball (MLB) lo consideró el prospecto número trece, una serie de problemas físicos le impidieron llegar con los Yankees y su debut fue hasta 2015 como miembro de los Braves.
Años más tarde, su regreso a la organización de New York, le impidió pelear por el campeonato con Tomateros durante la 2021-22.
“Hice todo lo posible por convencerlos que me dieran chance de jugar, de terminar mi compromiso y no pude, no pude y fue una impotencia, fue algo súper difícil, cuando no era decisión mía y tengo esa espinita”, expresó el zurdo en entrevista.
Pocos saben que incluso, “Menny” quería estar listo para el juego inaugural, llevado a cabo el 5 de octubre, pero otro contratiempo se puso en el camino.
“He querido llegar desde el principio también, desde el principio hasta el final. Esta última temporada que jugué, la razón por la que no llegué desde el principio fue porque estuve enfermo, me pegó el COVID y me pegó feo. Entonces, ya que me recuperé, fue cuando me incorporé al equipo”, recordó.
Bañuelos respondió con su mejor campaña en Liga ARCO Mexicana del Pacífico (LAMP). Con 61 ponches, lideró al equipo guinda y finalizó segundo en todo el circuito.
Para el nativo de El Vergel, Durango, la capital sinaloense es un gran espacio para competir en la pelota.
“Me gusta mucho desde que llegó ahí en Culiacán. Mi familia está encantada, cuando saben que voy a jugar ahí, se emocionan. Tenemos todo, por eso es que siempre estamos destacados como equipo”, afirmó.
Ahora en el béisbol japonés, aprende una forma distinta de pelear por la victoria en el terreno, pero con la mira puesta en el invierno guinda.
“El béisbol que juegan aquí es robar bases, tocas de bola. Es el béisbol de ellos. Siempre te quieren poner la bola en juego. Me voy adaptando, sé que secuencia cambiar, sé que cambios hacer”, dijo sobre su presente.
“Ya yo tuve conversación con “El Fello”, con Amézaga y le hice el comentario. La verdad, quisiera terminar mi compromiso aquí (en Japón) y llegar de ahí directo, llegar en forma, para empezar a lanzar”.
Sobre el nuevo mánager del equipo, Bañuelos tiene conceptos muy claros: “cada pelotero del equipo se va a sentir cómodo, familiarizado con él. Tiene una mentalidad ganadora, tiene esa vibra que todos necesitamos en el equipo para ganar. Tiene muchísima experiencia, sabe cómo sobrellevar un equipo. Yo sé que Amézaga va a tener tremendo liderazgo y nos va a llevar a campeones”.
Finalmente, tras darle cara a todos los obstáculos que se ha encontrado en el camino, confiesa sus motivaciones para nunca tirar la toalla: “no hay razón para rendirse. A mí me encanta el béisbol, me encanta pitchar”.
“Este deporte es muy bonito, cuando lo disfrutas. Yo no podía dejar de jugar, yo sabía que estando saludable iba a ayudar a mi equipo. Gracias a Dios encontré la forma de mantenerme saludable”.