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En su intento por reanudar actividades, las Grandes Ligas elaboró un plan para aplicar pruebas a los jugadores, informó el comisionado Rob Manfred.
El plan incluye la aplicación de múltiples pruebas aplicadas a los jugadores cada semana.
“Hemos desarrollado extensos y diversos protocolos: pruebas frecuentes en todos los jugadores, (pero) todos esos planes dependen de cómo esté la situación de salud pública”, indicó Manfred en entrevista con CNN.
Las pruebas aplicadas a los jugadores serán enviadas a un laboratorio en Utah, al que regularmente se envían pruebas antidopaje y que las Grandes Ligas ayudó a adaptar para detectar el coronavirus.
Manfred indicó que el laboratorio se comprometió a enviar a Grandes Ligas los resultados de las pruebas en 24 horas.
Además de múltiples pruebas a los jugadores cada semana, el plan incluye pruebas instantáneas para peloteros que presenten síntomas de COVID-19.
Quienes den positivo a la prueba de coronavirus serán puestos en cuarentena hasta que den negativo un par de ocasiones. A quienes hayan estado en contacto con jugadores que dieron positivo, también se les aplicará prueba instantánea.
Manfred aclaró que, además de la prueba, se revisará diariamente la temperatura y análisis de síntomas a cada jugador.
Las Grandes Ligas discute con la Asociación de Jugadores (MLBPA) el plan para reanudar actividades e iniciar la temporada en julio. En ese sentido, Manfred indicó que la liga elaboró también un protocolo para reducir el riesgo de contagios.
“Esperamos poder convencer a la vasta mayoría de nuestros jugadores que es seguro volver a trabajar. Los protocolos para volver a jugar son de casi 80 páginas y están extremadamente detallados y cubren todo, desde cómo viajaran los jugadores, los charters privados, cómo deben ser limpiados esos charters, quién tiene acceso a los parques, límites de personas, cómo estarán empleados que estarán aislados de los jugadores”, explicó el comisionado.
Manfred aseguró que no se obligará a ningún pelotero a volver a jugar.
“Al final del día, si hay jugadores con problemas de salud o dudas personales, nunca los forzaremos a regresar a trabajar y pueden esperar a sentirse listos para hacerlo”, reiteró.
Manfred dijo que ha platicado con los gobernadores de los 18 estados donde juegan las Grandes Ligas y que la mayoría expresaron confianza de que se puedan usar las instalaciones, pero sin presencia de aficionados en primera instancia, en la primera mitad de julio.
En caso de que algún equipo tenga problemas para jugar en su ciudad, Manfred señaló que las Grandes Ligas tienen listos planes de contingencia.