Tras una semana de que culminara la Liga Mexicana de Béisbol, hay voces que critican, alaban, magnifican o minimizan lo que ha ocurrido en este año. Una vez finalizados los efectos de la “borrachera”, con cabeza fría y más análisis que corazón con respecto a cada uno, vámonos por partes con lo que aconteció en la temporada.
LA FINAL
Por muchos, era la final esperada al enfrentar tanto a dos novenas de tradición como a lo que supuestamente se consideraba dos formas de ver el béisbol de forma diferente. Por un lado, los Diablos que cambiaron su filosofía que tuvieron desde hace años de darle impulso al talento mexicano, principalmente el surgido en sus granjas, por traer extranjeros que son de gran calidad, dos de ellos llevándose los reflectores mediáticos, pero compartiendo los deportivos con muchos otros.
Por el otro, unos Sultanes que llevaron la etiqueta de ser los que le apostaban al pelotero nacional siguiendo la filosofía que ha tenido Pepe Maiz de defender al pelotero mexicano. Si bien comenzaron con 12 o 13 extranjeros en su roster, terminaron la temporada con 16 extranjeros, que si no fueron 17 fue por la lesión de Zoilo Almonte, así que quitémosles la etiqueta de que le apostaron al pelotero local, si se hubieran mantenido con 7 extranjeros, claro que podrían haber tenido esa etiqueta.
Todos sabemos el desenlace de esta historia, la Serie del Rey quedó a deber, a los Sultanes parece que solo jugaron la mitad del primer juego y la novena entrada del cuarto duelo con una actitud de estar en una final y pelear en cada turno tal como lo hicieron en sus anteriores series de postemporada. Solo estando ahí se puede saber qué pasó, algunos dirán que fue problemas de dinero, otros que simplemente se les cansó el caballo después de la serie ante Laredo, algunos más que se vio la calidad de los Diablos que los aplastó, unos más indicarán problemas en el bateo y quizás hasta se argumenten problemas de cansancio por las interrupciones que tuvo la serie.
La única realidad es que los escarlatas lograron el título al combinarse una gerencia deportiva que pudo realizar movimientos para conseguir jugadores adecuados en cada posición, un departamento de comercialización y mercadotecnia que pudo vender bien el producto que tenían en sus manos logrando capitalizarlo en presencia en medios, en asistencia a los estadios, mercancía exclusiva, acuerdos incluso con Star Wars, un cuerpo técnico que pudo dirigirlos tanto en lo técnico como en la convivencia humana evitando que los egos generaran problemas, que se echaran a la hamaca al estar asegurado el primer lugar faltando casi 25% de temporada por jugar, unos jugadores que siempre supieron responder para lo que se les necesitaba y que cuando uno flaqueaba, otro podía ocupar su lugar.
LA TEMPORADA
Esto se puede dividir en dos partes: Lo deportivo y lo comercial. En lo deportivo, muchos quisiéramos que la temporada fuera diferente y de nuevo se regresara a calendarios como había hace años donde los equipos visitaban todas las plazas.
incluso hay quienes abogan por el hecho de quitar las zonas para tener un standing general por la disparidad de fuerzas que se tienen, y si bien esto es algo que se debe de verificar incluso con jugadores y dueños para tener una temporada que en lo deportivo no los castigue tanto y en la parte logística no se tengan tantos problemas para llegar a las diversas plazas e incluso, que el desgaste de los jugadores sea por el juego pero no por tener que viajar más de 10 horas entre plazas de un día para el otro.
En lo comercial, habrá que ver los convenios por televisión, patrocinios y demás de la parte de oficinas, pero el reporte de asistencias no les favorece.
LAS ASISTENCIAS
El haber llevado a los parques a 4,032,870 aficionados parece ser una buena cifra, pero comparado 4,041,303 que se tuvieron la temporada del 2023, indica que algo propició que se tuviera una disminución de asistentes.
Antes de que me diga que puede ser por el número de juegos que se tuvieron, aquí aprovechamos para aclarar que el promedio del 2024 fue de 4,668 asistentes, contra los 5,276 del 2023. Además de considerar que se tuvieron dos franquicias más, por lo que se esperaría que estas dos franquicias abonaran para que al menos, los números totales se incrementaran.
Aunque puede variar un poco debido al número de juegos que se tuvieron y la capacidad de los parques, también es para llamar la atención que, en el primer playoff, entre los 12 equipos que calificaron lograron un promedio de asistencia global para la liga de 6,329, el cual que contrasta con los 9,221 del 2023. Eso sí, aprovechando la convocatoria de los equipos y capacidad de sus parques, entre Diablos y Sultanes lograron un promedio de 19,565, nada que ver con los 9,073 que tuvieron Pericos y Algodoneros.
Esperamos sus comentarios, estamos a la orden en el twitter@JKrlos_Torres de antemano gracias por el tiempo dedicado para leernos, aunque sea… De pisa y corre.