Por Leopoldo Fierro
Hace dos días anunció su retiro como presidente ejecutivo de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico el Lic. Omar Canizales Soto, y después de trece años de una grandiosa gestión dentro del circuito de beisbol invernal en México, deja un gran reto para su posible sucesor.
Conocí a Canizales Soto hace ocho años y desde el primer encuentro no pasaron desapercibidas las habilidades humanas y profesionales que lo caracterizan. A lo largo del tiempo pude validar que antes de ser un gran profesional, era un gran ser humano, sin duda alguna, la evidente razón de sus éxitos en todos los campos.
Durante la rueda de prensa, en donde dio a conocer la noticia que sorprendió a varios amantes del deporte, se hizo referencia a sus logros profesionales dentro del circuito, pero nunca habló de todo aquello “detrás de” para lograr esto, ni mucho menos del impacto logrado para el beisbol mexicano y del Caribe.
En el comunicado de despedida se resaltaron los siguientes logros alcanzados en su gestión:
• Una expansión con dos nuevas franquicias en territorios con gran potencial para desarrollar como lo son Guadalajara y Monterrey
• 80% de los estadios se hicieron nuevos o se remodelaron por completo
• Creció la asistencia en más de 2 millones 300 mil personas por temporada
• Aumentó el número de patrocinadores, mejorando los ingresos y haciendo una liga más rentable
• En televisión, pasó de transmisiones locales y regionales a nacionales e internacionales.
• En las Series del Caribe, se lograron, para la LMP, 6 finales en 10 años, alcanzando 4 campeonatos. La mejor cosecha de logros deportivos en la historia del circuito.
Además, México fue reconocido como el mejor organizador de Series del Caribe, consiguiendo para nuestra liga, la distinción de ser sede en cinco ocasiones (Culiacán 2017, Jalisco 2018, Mazatlán 2021 y próximamente Mexicali en 2025 y Hermosillo en 2027) en un periodo de once años.
Haciendo uso de la confianza establecida a lo largo de nuestra relación laboral, basado en mi punto de vista, me atrevo a dar a conocer las razones profesionales y humanas del aun presidente por las cuales la Liga ARCO Mexicana del Pacífico logró una destaca evolución.
Amor por el Beisbol
Si bien la duda que generaba la “inexpertis” de Omar Canizales, tras llegar a la presidencia de la Liga Mexicana del Pacífico -no sólo en los aficionados sino en los medios de comunicación- al no venir de una organización deportiva, no fue un factor para detener la visión y los planes del entonces nuevo presidente.
Gran apasionado al beisbol
Oriundo de Empalme, Sonora, una pequeña ciudad ferrocarrilera con una historia en el beisbol única, sembró el amor por el deporte desde su temprana edad. Siempre hacía referencia a una frase:
“En Empalme eras beisbolista o ferrocarrilero, preferí jugar beisbol”.
Como buen sonorense, a pesar de su destreza por el beisbol, Omar Canizales Soto se inclinó mas por la práctica del basquetbol, disciplina con la cual pudo obtener una beca en la Universidad Regiomontana en Nuevo León para realizar sus estudios. Durante su carrera profesional se desempeñó en varias empresas, siendo en la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma en donde trabajó la mayor parte de su vida, y desde ahí apoyó varios proyectos deportivos, especialmente del beisbol mexicano.
Tras llegar al circuito invernal externó el potencial del beisbol mexicano, el cual no estaba siendo capitalizado por sus directivos. Conocía la época de oro del deporte, a mediados del siglo pasado, y la tradición que representaba la pelota del pacífico, y sabía del hambre de la afición por observar un buen espectáculo.
Desde ese momento el amor por el beisbol y su experiencia profesional se mezclaron para plantear una misión, una visión, y los valores que guiarían su deseo de crecimiento para el deporte rey a través de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico.
Recuerdo, antes de cada Serie del Caribe, en el discurso previo al inicio de la competencia, pedía a los jugadores cerrar los ojos y visualizar el trofeo de campeonato en sus manos, algo que los beneficiaría, tanto profesional como familiarmente. De hecho, uno de los lemas característicos bajo su manufactura reza: “debes visualizar a donde quieres llegar, pero, sino te la crees, no podrás disfrutar las metas planteadas”.
Misión
“Somos una Liga Profesional de Beisbol enfocada en brindar un espectáculo de alta calidad, en un entorno familiar y confortable, altamente rentable para nuestros patrocinadores por los niveles de asistencia y de audiencia que logramos a nivel nacional”.
Visión
“Ser la liga deportiva referente en innovación, la más destacada en México y el Caribe, tanto por sus resultados deportivos como por los altos niveles de afición, difusión y rentabilidad”.
Durante trece años Omar Canizales trabajó arduamente en establecer y cumplir estrategias para el alcance de sus objetivos.
Los resultados de Canizales Soto fueron motivo para que otras ligas en México y el Caribe, vieran al beisbol como una oportunidad de negocio, lo que significaría el aumento en la promoción del deporte y con ello la captación de nuevos aficionados a la pelota mexicana.
Canizales siempre mencionaba que, si se podía comprobar al beisbol como un negocio redituable, existiría más gente interesada en invertir en él, por lo tanto, se generaría “un círculo virtuoso” alrededor de los parques de pelota, para detonar más el acercamiento y aumentar la preferencia de la disciplina.
Valores familiares
Desde su llegada a la Presidencia Ejecutiva, orilló a los Presidentes de los clubes a fomentar los valores familiares dentro del beisbol, desde el terreno de juego hasta las butacas en los estadios. Como un conocedor del beisbol sabía que los aficionados, además de reconocer la derrota, ven al recinto como un lugar seguro para las familias. Por esa razón, el tenerlas disfrutando del beisbol, permitiría la asistencia de gente de todas las edades a los parques de pelota, desde el abuelo, que le enseñó el amor por los deportes a sus progenitores, hasta las madres de familia, quienes llevarían a los niños al estadio, es decir a los futuros aficionados al rey de los deportes.
Involucro más a los niños en el beisbol
También ponderó el guiar esfuerzos a través de los clubes, y entablar gestiones con los diferentes niveles de gobierno, para tener un estadio con las condiciones óptimas y un espectáculo para la familia, permitiendo al beisbol prevalecer al menos por dos generaciones más.
Los parques de pelota de la LMP se adaptaron a esa necesidad, lo que logró incrementar el nivel de asistencia de 1.5 a 3.8 millones de aficionados durante la temporada, convirtiendo a la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, en el cuarto circuito profesional de beisbol con mayor asistencia promedio por juego en el mundo.
El crecimiento de 2.3 millones de asistentes a los estadios, abrió un mar de probabilidades para crear un “enamoramiento” del beisbol a más ciudadanos de todas las edades, y que, en el mejor de los casos, tomaran un bat o una pelota para practicarlo.
Siempre promocionó la importancia de la familia más allá del campo laboral, y en cada ocasión que podía, hacía énfasis en agradecer a Dios por ella, así como destacaba la necesidad de honrar a los padres, esposa e hijos. Para darnos un ejemplo, siempre que sumaba a una persona a su equipo de trabajo, analizaba los valores familiares de los nuevos integrantes, por lo que decía “Si una persona honra y respeta a su familia, será honesta y comprometida en su trabajo”.
Mejora continua
Uno de los grandes factores para el crecimiento de la Liga, fue la capacidad de reconocer, por parte del Presidente, que la mejora continua es un pilar elemental en la estrategia, y el aprender de los demás permitiría tener un enriquecimiento en ideas y rutas de acción para el alcance de las metas.
Consolidó un gran equipo de trabajo
Durante los trece años de su gestión se impartieron seminarios y talleres de trabajo en los cuales expertos en la materia compartían experiencias personales con los ejecutivos de los clubes y la liga. Desde equipos de MLB hasta ejecutivos de otras ligas deportivas participaron en este proceso de enriquecimiento y transformación para la organización.
Dice un dicho: “Se necesita ser humilde para reconocer que no se sabe todo”, y en el caso Omar Canizales, aplica, porque, aunque es un líder nato, no era un experto en la materia, pero estaba consciente que dos cabezas siempre piensan mejor que una; además, en todo momento, estaba abierto al diálogo y a nuevas ideas, y escuchaba todas las voces con interés en aportar algo al desarrollo del deporte.
En el anuncio de su retiro, habló de sus planes a futuro: seguirá aprendiendo a través de diplomados y certificaciones para mantener un desarrollo personal y profesional. Para muestra basta un botón: a los 60 años de edad no pierde el hambre de conocimiento y de experimentar nuevas experiencias, y después del tramo recorrido, nos damos cuenta, que, dicha inquietud le abrió las puertas de la innovación a la LMP.
Enfoque y pasión por la vida
Omar Canizales se considera un hombre apasionado en todos los aspectos de la vida, una de sus frases más repetidas, es: “las cosas se hacen bien o no se hacen” y lo aplica para todo, desde la forma de vestir, su atención por las personas, la competencia en los deportes, la realización de las tareas de trabajo, entre otras.
Para Canizales todas las actividades tienen un objetivo. Si las cosas se hacen sin saber que obtendrás, eso es actuar con los ojos cerrados. Debes insistir en la justificación, la planeación de la estrategia, y en los indicadores. Estos últimos eran primordiales en su labor como líder, pues con ellos evaluaba el trabajo de cada temporada de la LMP.
En varias ocasiones se le tachaba de perfeccionista o por su fijación en los detalles, pero en realidad confiaba ciegamente en que las actividades planeadas, y con seguimiento puntual hasta cumplirse, tendrían resultados más favorables para la organización.
La pasión y el rumbo demostrado en todas las tareas fueron otras características que le permitieron alcanzar la visión y la misión planteada desde su llegada a la Presidencia. En los momentos que necesitaba recalcarle la importancia del enfoque a sus colaboradores, recurría a la famosa frase: “haz que las cosas sucedan, los grandes ejecutivos dan resultados, no excusas”. Cabe mencionar que dicha pasión por su trabajo se quedaba en la oficina, siempre buscando predicar con el ejemplo a los demás.
Trabajo en equipo
Canizales Soto siempre ha sido reconocido por tener habilidades de liderazgo y manejo de equipos, gran parte de esa pericia viene de nacimiento, y otra la adquirió a lo largo de su carrera. Fueron dos enseñanzas que quedaron marcadas sobre su forma de dirigir.
Siempre promovió gran unión
A primera instancia debías reconocer que rol desempeñabas en el equipo; Omar Canizales siempre tuvo presente sus funciones, nunca se sobrepuso por encima de los superiores a quienes hacía alusión como “mis Presidentes” -los dueños de los equipos- y que el sólo era el mánager. Antes de cada decisión importante consensaba con ellos la ruta a seguir, nunca tomó una decisión sin consultarlos.
El reconocer a los grupos como multidisciplinarios, y que cada una de las personas cumplen una función, siempre fue una de sus fortalezas. Confiaba plenamente en la asignación de roles y en la responsabilidad individual para llegar a un resultado.
La segunda enseñanza y la más importante, sobre todo porque los sonorenses somos un poco acelerados y nos gusta confrontar de frente las diferencias, fue la de: “En ninguna guerra hay ganadores, hay que buscar la unión para encontrar el bien común”. Basado en esa premisa, siempre estableció su liderazgo en la conciliación. En los primeros años, mediante grandes esfuerzos, buscó proporcionar voz a todos los equipos, y darles las mismas condiciones dentro de la asamblea de Presidentes, además, encontrar la equidad entre las franquicias, a pesar del tamaño de sus plazas o historia, fue su mayor acierto como dirigente de la LMP.
En muchas ocasiones ante los medios de comunicación externaba: “En la LAMP no hay equipos pequeños, hay grandes equipos en pequeñas ciudades”, dicha frase fue una excepcional guía para que el nivel de competencia aumentara, por lo tanto, el espectáculo sería mejor y más personas disfrutarían del beisbol por las diversas plataformas. Ante las diferentes situaciones de riesgo para el circuito invernal, siempre optaba por el diálogo y la resolución de conflictos a través de la mediación, dicha actitud permitió a la LAMP entablar importantes relaciones con gobiernos, marcas asociadas, lideres del deporte y organizaciones deportivas con mayor prestigio internacional que Liga Arco Mexicana del Pacífico.
El trabajo en equipo fue uno de sus valores más significativos, pues siempre dejó claro: “es mejor saber trabajar en equipo que tener talento”, pues de nada servía tener un ejecutivo con grandes habilidades, que, debido a su ego, o el deseo de sobresalir, no ponía en práctica el compañerismo.
Tuve la oportunidad de colaborar con el licenciado Omar Canizales Soto durante cinco años, fueron un sinnúmero de aprendizajes dentro la organización, son muchas cosas las que puedo enlistar, pero con las mencionadas, pienso son suficientes para dejar claro a la afición al beisbol y a los medios de comunicación, que detrás de un gran profesional hay una persona formada en valores, los cuales fueron los cimientos para que la Liga ARCO Mexicana del Pacífico se convirtiera en un referente del beisbol a nivel nacional e internacional.
El legado que Canizales deja dentro de la pelota mexicana es memorable, pues gracias a su trabajo se generó la certeza de que este pasatiempo podría ser un buen negocio y en el cual sus amantes estarían encantados de participar y de sembrar la semilla para las futuras generaciones: “Si a nuestra liga le va bien, le va bien al beisbol mexicano” una de las frases que siempre tuvo en su cabeza.
Gracias licenciado por su entrega para un mejor porvenir en el deporte de sus amores. El mayor de los éxitos en todos su futuros proyectos.