Por Matt Kelly/MLB.com
¿Qué tal si un lanzador pudiese embotellar el dominio de un juego sin hit ni carrera y simplemente seguir y seguir retirando a los bateadores sin parar?
El sueño de todo serpentinero se convirtió en realidad para un lanzador hace más de un siglo. ¿Su nombre? Cy Young. Sí, ese mismo. El 10 de mayo de 1904, Young permitió su primer hit en más de dos semanas, cortando así una cadena de 24 innings sin conceder hit que, de acuerdo con el Elias Sports Bureau, sigue siendo un récord en las Grandes Ligas.
Leyeron correctamente: Young tiró 24 entradas consecutivas — o casi tres juegos completos — sin ceder un solo imparable. Fue de la siguiente manera:
• El 25 de abril de 1904, Young permitió su último hit al primer bate en el sexto episodio, y luego no recibió imparable alguno en el séptimo y octavo capítulos de una derrota de Boston por 2-0 ante Filadelfia. Así empezó la cadena con dos innings completos sin hit.
• Cinco días después, Young lanzó siete entradas sin hit en relevo, durante un triunfo por 4-1 sobre Washington.
• Cinco días más tarde, Young volvió a atormentar a Filadelfia, en esta ocasión con el primer juego perfecto en la historia de la Liga Americana.
• Y finalmente, el 11 de mayo, Young llevó intacto un no-hitter hasta que Sam Crawford de Detroit se embasó con un doblete en el séptimo inning, cortando así la cadena de episodios en 24. ¿Cómo reaccionó Young? Lanzando hasta el 15to acto para ganar por 1-0. Por algo el mayor honor del pitcheo lleva su nombre.
Han pasado 20 presidentes de los Estados Unidos, dos Guerras Mundiales e incontables cambios tanto en el béisbol como en nuestras vidas diarias, pero la seguidilla de 24 entradas sin hit de Young sigue en lo más alto. El lanzador de los Rojos, Johnny Vander Meer, es el único pitcher que ha tirado juegos sin hit ni carrera consecutivos, pero incluso él se quedó sin llegarle al récord de Young, completando en total 21 innings seguidos sin recibir hits, un récord de la Liga Nacional.
Si bien lo logrado por Young fue en la época de la bola muerta, cuando la ofensiva era mucho menor a la que veríamos luego, pocos lanzadores han osado acercarse a su gesta. Abajo, cortesía del Elias Sports Bureau, están los que le han llegado más cerca desde que empezó la era de la expansión en MLB (1961).