Concluyeron los Juegos Olímpicos, nuestro evento deportivo favorito. Si, por encima de series mundiales, supertazones, mundiales de futbol, los juegos olímpicos, han sido, son y serán nuestro evento deportivo favorito.
Los Juegos Olímpicos, nos dejan apreciar, en solo dos semanas, lo difíciles, lo bellas, lo especiales que son todas las disciplinas deportivas. ¡Todas!.
Siempre he pensado que es ocioso escuchar, discutir que tal deporte, equis deporte es más bonito, mejor que otro; cuestión de gustos.
Los Juegos Olímpicos son y serán nuestro evento deportivo aun y que en nuestro país no haya el suficiente interés en destacar por parte de casi todos los directivos, los ejecutivos, administrativos del deporte mexicano, salvo algunas pocas excepciones.
Cada cuatro años, los juegos olímpicos ubican a nuestro país en una triste realidad en el plano deportivo internacional.
La decepción es mayor, por la falsa expectativa que se genera, que generan directivos del deporte con sus declaraciones, medios de comunicación y nuestro sueño de ser mejores a nivel mundial.
Pero la realidad nos abate. Por mas que los deportistas mexicanos, suden, sangren, sacrifiquen vida, se quedan “cortos”.
Y seguirán quedándose cerca entre los 8, 6, 4 mejores; que no es malo, pero para ser campeón o medallista olímpico se requiere algo más, algo diferente a lo que por décadas los directivos del deporte mexicano han venido “trabajando”.
Y los políticos, los directivos del deporte mexicano, ¿estarán entre los mejores 8, 6,4 del mundo?
Porque si es así algo anda muy mal con nuestros deportistas.
NO HUBO SORPRESA EN TOKIO.
Y entre esos directivos del deporte mexicano, no haciendo el trabajo como Dios manda. Entre esos directivos, ejecutivos, administrativos, los del béisbol.
Para nosotros, no fue sorpresa la eliminación del equipo mexicano. De hecho, sorpresa fue la calificación a olímpicos. México nunca había calificado.
Perder contra Japón, Dominicana, que están por encima del nivel de béisbol de México no es sorprendente; incluso perder contra Israel, equipo de estadunidenses grandes ligas y de triple A frente a peloteros de Liga Mexicana y alguno que otro de las menores de grandes ligas: no es sorpresa.
¿Qué se les puede ganar?, esa es otra historia. Pero los triunfos no llegan por deseo, arte de magia o con seudo directivos.
Las selecciones mayores del béisbol mexicano, por lo regular han estado más llena de derrotas que de triunfos: Clásicos mundiales de béisbol, juegos panamericanos, centroamericanos, copas del mundo, búsquele; han sido más derrotas que triunfos. Salvo el título mundial sub 23 en Colombia hace tres años y uno que otro triunfo desbalagado; como cuando se le ha ganado a EU en clásico mundial.
¿Qué se puede ganar más?, de acuerdo. El béisbol mexicano tiene el talento y los recursos para hacerlo. Sin embargo no han querido. No puedes esperar resultados diferentes, mejores, si sigues con las mismas formas, “estrategias”, modo de operación, los vicios de siempre. Esos que te han llevado a perder por todos lados.
VA DE NUEVO.
México, en Sonora a partir del 23 de septiembre será sede del mundial sub 23. Ese en el que México fue campeón. Menos de 2 meses para el torneo. ¿Manager?, ¿lista de seleccionados?, ¿algún incentivo extra para los seleccionados?, ¿juegos de preparación?, bien, gracias.
Ya los veo, al cuarto para las 12 armando el equipo, argumentando que es lo que había, que muchos no aprueban el examen antidoping, que CONADE no ha depositado, que la Federación no ha pagado tal multa, etc.
El talento del béisbol mexicano es mucho más, que lo demostrado en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Una pena que Federación Mexicana, LMB, Probeis, no hayan aprovechado uno de los eventos más vistos a nivel mundial.
Dejaron muy mal parado al béisbol mexicano. Que seguirá igual mientras sigan entonando la canción de José Alfredo: “Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismo errores”.
Dios los bendiga.