PRENSA ALGODONEROS (Nota: Rubén Benítez. Fotos: Cortesía. Producción: Alejandra Félix)
GUASAVE.- Muchas veces pensamos que la vida de un deportista es privilegiada y libre de preocupaciones, sin embargo, en la mayoría de las veces no es así, y menos cuando se busca ganar un lugar estelar en la disciplina que sea.
Atrás de cada jugador establecido, hay una historia que habla de un camino lleno de espinas, que se transitó antes de llegar al destino final.
Hoy hablaremos de Chris Colabello, jugador italoamericano que en la temporada 2012-2013 de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, vino a jugar con Algodoneros de Guasave.
Colabello fue un bateador confiable en Grandes Ligas.
Esa experiencia de haber pasado por la organización guasavense, le abrió muchas puertas, incluso, una de ellas, fue la de las Grandes Ligas
UN CAMINO DIFÍCIL
En el 2012, Colabello, quien es nativo de Framingham, Massachusetts, firmó con la organización de Mellizos de Minnesota, tras haber pasado ocho temporadas jugando en la Liga Independiente Can-Am, con el equipo de Forasteros de Worcester.
Previamente, luego de tres campañas en la liga arriba señalada, en el 2006, había estampado su rúbrica con Tigres de Detroit, cuyo equipo, lo dejó libre tras haber terminado el spring training de ese año, lo que lo obligó a retornar a Canadá.
Para Chris, no fue fácil llegar a jugar en el máximo nivel.
El paso de Colabello por la Liga Independiente no fue fácil, ya que aparte de los bajos sueldos, que variaban de 700 a 3 mil dólares mensuales, los viajes, comida y hospedaje en las giras, no eran de lo mejor.
Pero al ser firmado por Minnesota, su mentalidad se enfocó en alcanzar a jugar en el máximo nivel de pelota en el mundo.
SU CHARLA CON TONY OLIVA
Luego de que fue checado en el invierno del 2011 por un socut de Minnesota, en el 2012 fue firmado como agente libre procedente del equipo Tornados de Worcester de la Liga Can-Am, y de inmediato recibió una importante llamada, que a la postre, cambiaría su vida.
Pues resulta que la llamada fue del asistente especial de Mellizos, Tony Oliva, quien en la temporada 1980-81 fue mánager de Algodoneros de Guasave.
Sin saberlo, ambos entablaron una buena charla, en la que Oliva le dijo que confiara en sí mismo, lo cual le sirvió ese año para su despegue.
Y es que ese mismo, año, Colabello legaría a Algodoneros en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, gracias a una recomendación del cubano Oliva.
SU PASO POR ALGODONEROS
En el 2012 fue asignado a la sucursal Doble-A de Mellizos, en New Britain, filial en la que no defraudó, ya que bateó para .284 con 19 jonrones y 98 carreras remolcadas.
Al terminar con New Britain, Colabello fue a Italia, a jugar con el equipo de aquel país que participó en una Copa Europea, la cual ganaron a beneplácito de su padre Lou, quien había sido lanzador en la liga italiana.
Al terminar ahí, Oliva le recomendó que jugara pelota invernal y por medio de él, llegó en octubre del 2012 a Algodoneros, club con el que tuvo una gran temporada.
Tomó parte en 57 juegos, en los que promedió un sólido .332 con 17 cuadrangulares y 44 empujadas.
Además, fue campeón de slugging con .644, con lo se unió a su compañero Zelous Wheeler, quien e3en aquel año fue el monarca de dobletes.
Cuando vino a Guasave, de inmediato hizo química con la afición.
Esa temporada, Algodoneros, bajo el mando de Enrique “El Che” Reyes llegó hasta semifinales, etapa en la que perdió ante Águilas de Mexicali en siete juegos, no sin antes haberle ganado en la primera etapa de postemporada a Yaquis de Ciudad Obregón (4-3) que curiosamente pasó a la siguiente ronda como mejor perdedor.
Yaquis despachó en semifinales a Tomateros (que había sido el superlíder), 4-1 y a la postre fue el campeón al barrer a Águilas de Mexicali.
LA LLEGADA A GRANDES LIGAS
Tras haber tenido un gran 2012, el ansiado llamado a Grandes Ligas llegó en mayo del 2013.
Fue justo la noche del 21 de mayo, cuando Colabello viajaba en el autobús del equipo de Alas Rojas de Rochester (Triple A), procedente de un viaje de Lehigh Valley, cuando recibió la llamada. En la misma le indicaban que se tenía que reportar al día siguiente con Mellizos, que esa vez jugaban en Atlanta.
Chris, tras una odisea de seis horas, entre vuelos y viaje en el camión, además de haber llegado a su casa a preparar su equipaje, por fin llegó a Atlanta, en donde debutó la noche del 22 de mayo.
Lo alinearon de inmediato, y se notó el cansancio que la causó su odisea, ya que se fue de 4-0.
La odisea que vivió para llegar a Grandes Ligas es digna de contarse.
Esa campaña jugó en 55 duelos, en los que promedió un bajo .194 con siete obuses y 17 carreras impulsadas.
Ya en el invierno que siguió se fue a jugar a Toros del Este, pero tuvo una mejor temporada con Minnesota, ya que bateó para .229 en 59 juegos, con seis jonrones y 39 carreras remolcadas.
En el 2015 y 2016 jugó en Toronto. Su último duelo en las Mayores fue el 20 de abril desde 2016, en un duelo en el que se fue de 3-0 en contra de Baltimore.
SU DESPEDIDA DE GRANDES LIGAS
El día 22 de abril del 2016, Colabello recibió una notificación en la que se le comunicaba que había recibido una suspensión de 80 juegos por parte de MLB, luego de que, en un examen antidopaje, fue encontrado positivo de un esteroide anabólico diseñado para aumentar la velocidad y la fuerza.
Eso fue el detonante para que ya no regresara a Grandes Ligas, en las que duró cuatro temporadas, lapso en el que jugó en 223 encuentros con .257 de promedio, más 26 jonrones y 111 carreras impulsadas.
Su paso por el máximo nivel de beisbol fue de cuatro temporadas.
En la temporada 2017-2018 regresó a la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, con Charros de Jalisco, club con el que jugó 18 duelos con promedio de .246 uno para la calle y ocho producciones.
LO QUE VINO
Tras regresar a jugar, luego de que su castigo de 80 juegos concluyera, justo en julio del 2016, regresó a las sucursales de Azulejos, pero jamás volvió a subir.
En el 2018 se fue a jugar a Italia, con el San Marino, antes de regresar a Estados Unidos, a incorporarse a equipos de Ligas Independientes.
Oficialmente no está retirado, por lo que sigue a disposición de jugar con el equipo que solicite sus servicios, y obviamente, con el que el que llegue a un acuerdo económico convincente.